Nunca trates de razonar con él, distrae su atención.
Nunca le avergüences, ensálzalo.
Nunca trates de darle lecciones, serénalo.
Nunca le pidas que recuerde, rememórale las cosas y los hechos.
Nunca le digas “ya te dije”, repíteselo cuantas veces haga falta.
Nunca le digas “tú no puedes”, dile “haz lo que puedas”.
Nunca le exijas u ordenes, pregúntale o enséñale.
Nunca condesciendas, dale ánimos.
Nunca fuerces, refuerza la situación.
Agradecimientos: Claudia Morales Delgado
Enhorabuena¡. Justo lo que le faltaba. Gracias por vuestro apoyo...el trabajo equipo engrandece los resultados. Un fuerte abrazo y buen dia
ResponderEliminarMil gracias a ti Claudia, esperamos que sigas compartiendo con nosotros!!! bendiciones!!!
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