Reflexión sobre el Alzheimer

No debe haber peor cosa en estos días; que verse enfermo del Mal de Alzheimer y no tener, absolutamente, ninguna ayuda.

El Alzheimer avanza muy rápidamente y escurrir el bulto es humano, pero no somos nadie para juzgar lo que cada uno decide hacer de su propia vida. Más cuidar de un Padre o una Madre (un esposo o una abuela) es una obligación y un deber y no solo moral o probablemente religioso. Es además, parte de los derechos de él/ella como familiar, como persona y como enfermo. Sobre todo como enfermo, porque es ahí donde la compasión y el amor, si no lo han hecho hasta ahora, deberían entrar en juego. No debe haber peor cosa que verse enfermo y sin ayuda.

Algunos podemos estar a su lado hasta el último suspiro, pero a veces, muchos no podremos cuidar hasta el final, y ese binomio que creíamos indisoluble cuando nos enfrentamos cara a cara con la devastadora demencia, debe fragmentarse para siempre. Pero también esto forma parte de diversos factores como el propio error humano, nuestra obligación como personas para con nosotros mismos, de nuestras propias capacidades y del apoyo que recibamos de aquellos que no miran nunca hacia otro lado.